
ESTILO RÚSTICO
El estilo rústico es un retorno al estilo de nuestros padres en las casas de pueblo, en la que los materiales naturales eran los principales protagonistas. Este estilo busca o pretende conectar con nuestras raíces y así desconectar ligeramente del frenesí de la ciudad. Se adapta perfectamente a casas rurales y, aunque es menos empleado en ambientes urbanos, siempre puede adaptarse a cualquier ambiente, creando un espacio con aires de rústico.

¿CÓMO DECORAR AL ESTILO RÚSTICO?
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Los materiales naturales son los verdaderos protagonistas en este tipo de espacios, así que es normal pensar que elementos como la madera, el hierro, el mimbre o la cerámica serán los materiales más presentes en estos espacios rústicos.
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Los colores que predominan en los interiores rústicos son los de las maderas y la piedra, complementándose con tonos terrosos, hueso, beige, tostado, arena, terracota, algunos verdes y tonalidades rojizas. Si el ambiente posee poco iluminación no está mal pintar de blanco, y destacar una pared en un color intenso. Además para acabar de dar un toque rústico, se realiza la técnica del esponjado.
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Una decoración rústica luce con muebles antiguos, arcones, distintos utensilios en forja negra, objetos en mimbre, muebles de ratán, jarrones de barro, pieles naturales, tejidos artesanales y adornos que, casi de una manera excesiva, completan el conjunto.
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Las telas rústicas de algodón, telas lisas y estampadas con motivos florales son las predilectas. Es muy común el uso de mantas tejidas en los dormitorios o en sillones en tonalidades naturales o tonos vivos.
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Los acccesorios o complementos decorativos son cestas de mimbre, jarrones de barro con flores naturales, macetas de terracota con plantas, vajilla de cerámica, percheros de forja, espejos ligeramente envejecidos o con marcos de madera, elementos de cuero, etc. También, chimeneas de beatmol o de leña.